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Internet de las cosas, los servicios en la nube y el ESP8266

Tomás Domínguez Mínguez

Internet de las cosas, también conocido por sus siglas en inglés IoT (Internet of Things), es un concepto propuesto por Kevin Ashton en 1999 para referirse a la conexión e intercambio de datos entre todo tipo de objetos a través de Internet. Dicha capacidad de comunicación es el principal motivo de la expansión de esta tecnología, ya que facilita su acceso desde cualquier lugar y dispositivo. Asimismo, permite la colaboración entre ellos y, en consecuencia, la ejecución de tareas automáticas que amplían significativamente sus ámbitos de uso.

El éxito de esta tecnología se debe a que amplía enormemente su utilidad, ya que permite controlar los objetos a distancia (p. ej., encender o apagar una luz), que sean capaces de enviar los datos recogidos por sus sensores (p. ej., la humedad o la temperatura) o, incluso, de notificar alertas (p. ej., alarmas, fallos de funcionamiento). Por todo ello, Internet de las cosas está presente cada vez en más sectores, como el de la medicina, la industria, el transporte, la energía, la agricultura, las ciudades inteligentes y, muy especialmente, el del hogar, eje central del libro Internet de las cosas, los servicios en la nube y el ESP8266.

Un dispositivo IoT no es un elemento aislado, sino que forma parte de un ecosistema formado por cuatro grandes componentes:

  • Sensores/actuadores
  • Redes de comunicaciones
  • Servicios web
  • Dispositivos cliente

Los sensores son dispositivos que recogen información del entorno. Los hay de muchos tipos, como los de humedad, temperatura, movimiento, distancia, nivel de líquidos, etc. Los actuadores son elementos que modifican el entorno, como servos, motores, relés, etc. Naturalmente, un mismo dispositivo IoT podrá tener uno o más sensores o actuadores. En las diferentes prácticas propuestas en Internet de las cosas, los servicios en la nube y el ESP8266  se utilizan muchos de ellos.

Aunque hay sensores y actuadores de distinta naturaleza, es imprescindible que sean capaces de conectarse a una red de comunicaciones mediante protocolos como MQTT o HTTP. La principal ventaja de MQTT es los escasos recursos que requiere para su funcionamiento, tanto de comunicaciones como computacionales. Eso favorece el empleo de microcontroladores sencillos, como los basados en el SoC ESP8266 que, además de ser más pequeños y baratos, consumen menos energía, algo importante cuando deben alimentarse con baterías. Por su parte, el protocolo HTTP es utilizado habitualmente para la invocación de servicios web, es decir, aquellos que se ejecutan en la nube. Su creciente oferta facilita la automatización de toda clase de procesos y el desarrollo de dispositivos cada vez más inteligentes, seguros y accesibles. Ambos protocolos son objeto de estudio de Internet de las cosas, los servicios en la nube y el ESP8266 , así como la arquitectura de comunicaciones REST (Representational State Transfer) donde se utilizan. Basada en servicios web, dicha arquitectura facilita la comunicación entre aplicaciones a través de Internet, independientemente del leguaje en el que estén desarrolladas y el tipo de plataforma en el la que se ejecuten, motivo por el que está ampliamente extendida.

Los servicios web son los responsables del procesamiento de datos, que puede ser algo tan simple como la aplicación de una regla con la que se decida, por ejemplo, el envío de una notificación a un teléfono móvil cuando la temperatura suba por encima de un nivel establecido; o algo tan complejo como el análisis de las imágenes captadas por una cámara con sofisticados algoritmos que identifiquen determinadas situaciones, objetos o personas. En Internet de las cosas, los servicios en la nube y el ESP8266  se describen tres de los más conocidos, Ubidots, Pushbullet e IFTTT, de los que hará uso tanto trabajando directamente con MQTT y HTTP, como a través de librerías que ocultan su manejo desde un ESP8266.

Los dispositivos cliente son los ordenadores o los teléfonos móviles donde se ejecutan las interfaces de usuario desde las que se controla el comportamiento del sistema IoT y/o se muestra información relevante de su funcionamiento. Su naturaleza es muy diversa, ya que van desde las que recurren al envío de alertas (correos electrónicos, notificaciones a móviles, etc.) hasta las novedosas interfaces de voz (que se apoyan en asistentes como Alexa), pasando por las tradicionales, diseñadas a partir de un conjunto de componentes gráficos (widgets). A lo largo de Internet de las cosas, los servicios en la nube y el ESP8266  aprenderá y experimentará con todas ellas.

Le animo a adentrarse en este maravilloso mundo, donde podrá realizar proyectos IoT basados en el microcontrolador ESP8266 utilizando servicios en la nube, que hasta ahora se pensaba que solo estaban al alcance de profesionales del sector.

Y si quieres adentrarte todavía más en el mundo del Internet de las Cosas, no te pierdas el libro Internet de las cosas, los servicios en la nube y el ESP8266.


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