Descripción
¿Se ha parado a pensar alguna vez que el mundo sigue sin ser igual para las niñas que para los niños, que las mujeres siguen sin tener las mismas oportunidades que los hombres? Como padres, madres, educadores, profesionales del ámbito de la infancia no podemos obviar este hecho si queremos educar adecuadamente a quienes serán los hombres y las mujeres del mañana. Hoy en día, para las niñas sigue siendo más difícil construir una autoestima fuerte y los niños siguen encontrando muchos obstáculos para poder expresar abiertamente sus emociones, para vivir sin tener que hacerse los duros. Sin duda, se han logrado grandes avances en materia de igualdad, pero aún esta igualdad no es plena, como demuestran las alarmantes cifras de hombres que maltratan a sus parejas en las relaciones afectivas, la discriminación salarial, el mayor desempleo femenino, la todavía escasa presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad política, social, cultural y económica, o el mayor tiempo que las mujeres dedican al cuidado del hogar en relación con los hombres. La igualdad tampoco es real porque seguimos tratando y educando de un modo diferente a los niños y a las niñas.